TRH, Terapia de Reemplazo Hormonal en la Menopausia

La TRH es la solución farmacológica más común contra los trastornos de la menopausia. ¿Pero, qué es exactamente? ¿Y cuándo es recomendable?

Con la llegada de la menopausia, el nivel de hormonas en nuestro cuerpo sufre una drástica reducción y aparecen los típicos síntomas que afectan a la vida de una mujer de una manera más o menos pesada.

Tanto para las mujeres afortunadas, que apenas sufren los síntomas de la menopausia, como para las que ven sus vidas casi anuladas por los trastornos de la menopausia, hay dos maneras de actuar contra los efectos causados por la disminución de las hormonas:

  • TRH, Terapia de Reemplazo Hormonal
  • Las terapias naturales o alternativas, basadas en el uso de plantas, alimentos, hierbas que contienen fitohormonas, más conocidas como fitoestrógenos.

Veamos que es la TRH para poder decidir junto a nuestro ginecólogo cuál es la mejor terapia para tratar nuestros síntomas menopáusicos.

Introducción a los remedios para mujeres menopáusicas y perimenopáusicas

La menopausia y el descenso de las hormonas a menudo cambian la vida de una mujer y sabemos muy bien lo que esto conlleva. ¿Hacemos una lista de los trastornos de la menopausia?

Siempre teniendo en cuenta que cada mujer es un mundo y que por lo tanto cada una de nosotras vive, por número e intensidad de los síntomas, una menopausia diferente a todas las demás..

Las principales soluciones para una mujer con menopausia son la TRH y las terapias naturales o alternativas. La TRH es una solución farmacéutica mientras que la terapia alternativa basada en fitohormonas es una solución natural.

Vamos a intentar entender mejor qué es la TRH, cuándo se recomienda y cuándo debe evitarse.

Nuestro ginecólogo es la persona más adecualda para evaluar nuestra singularidad, historia y necesidades. Es la persona más confiable para pedir consejo e información. No olvidemos, pues que lo primero es, hablar y confiar en su criterio.

¿Qué es la TRH?

La TRH, Terapia de Reemplazo Hormonal, es un tratamiento farmacológico basado en hormonas, estrógenos y/o progestinas, prescrito para compensar la falta de hormonas femeninas tras el cese de la función ovárica.

Como sabemos, durante la menopausia el nivel de hormonas cae dramáticamente causando los llamados síntomas de la menopausia.

La TRH no hace más que reintroducir hormonas en nuestros cuerpos, restaurando un equilibrio similar al que teníamos antes de la menopausia y la perimenopausia.

Esto nos permite disminuir y a veces eliminar, los tan odiados síntomas que nos afectan en este período de nuestras vidas.

La prescripción de la TRH en general

La TRH sigue siendo la terapia de elección para los síntomas menopáusicos y postmenopáusicos: no sólo ayuda a contrarrestar los sofocos y otros síntomas menopáusicos, sino que también protege la salud osteoarticular y cardiovascular en la postmenopausia.

Sin embargo, es una terapia que debe ser personalizada para evitar efectos secundarios desagradables por una sobredosis hormonal.

Además, ni todas las mujeres necesitan TRH y, al mismo tiempo, no todas las mujeres pueden tomar hormonas.

Esto es cierto tanto para la TRH como para los fitoestrógenos en presencia de ciertos problemas causados por las hormonas, o con un historial de hormonas, en particular el cáncer de mama, uterino u ovárico.

Tampoco se recomienda la TRH no en mujeres obesas con antecedentes de trombosis, flebitis, hepatitis aguda o crónica, o migrañas. Finalmente, las fumadoras no son un grupo apto para la TRH.

El ginecólogo es el mejor consejero

Se trata de una terapia farmacológica y, por lo tanto, la TRH está indicada y prescrita por un ginecólogo o médico después de revisar el historial médico de cada paciente.

El ginecólogo y el doctor, analizan la historia familiar y médica de cada mujer para evaluar si puede tomar la terapia de reemplazo hormonal y para identificar la mejor dosis de la terapia.

El ginecólogo es el profesional más indicado para opinar ya que tiene la experiencia y el conocimiento para decidir si esta terapia es la solución correcta y si la mujer es apta o no para la prescripción de la THS.

¿Cuándo se recomienda la TRH?

No todas las mujeres menopáusicas necesitan la TRH. Se suele recomendar en los siguientes casos:

  • Menopausia temprana
  • Menopausia inducida o artificial
  • Grandes dificultades sexuales debido a la atrofia y el estrechamiento de la vagina, con quemaduras y dolores
  • Alta fragilidad ósea
  • Riesgo de osteoporosis
  • Alto riesgo de enfermedades cardíacas
  • La alta frecuencia e intensidad de los sofocos, que impiden a una mujer llevar una vida normal
  • Cambios de humor

¿Cuándo no se recomienda la TRH?

La TRH está absolutamente contraindicada en los siguientes casos:

  • enfermedad hepática grave
  • enfermedad renal grave
  • cáncer de mama
  • cáncer de endometrio
  • sangrado vaginal aún no evaluado

¡La TRH no es suficiente!

La comunidad científica está de acuerdo en que la TRH ayuda mucho, pero no es suficiente.

Cuando se trata de mujeres postmenopáusicas, no son sólo los sofocos y otros síntomas molestos los que deben ser paliados para proporcionarnos una mejor calidad de vida.

También debemos cuidar nuestro estado general de salud y prevenir y tratar varios problemas a los que la ausencia de estrógeno nos hace más sensibles.

Después de la menopausia para las mujeres aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipercolesterolemia, diabetes y obesidad.

Los estrógenos protegen nuestro estado de salud pero no basta solo con eso.

A lo largo de nuestras vidas, es esencial seguir una dieta y un estilo de vida saludables y activos para prevenir estos problemas.

Después de la menopausia, la atención a la propia salud es aún más importante para envejecer bien.

La elección de hábitos saludables debe ser la práctica a seguir desde para vivir una vida saludable y asegurar un camino de «envejecimiento» sereno.

El aumento de la esperanza de vida promete una mayor longevidad, pero también supone un mayor riesgo para la salud si no llevamos una vida sana.

Así que, no sólo la TRH sino también una dieta saludable, la actividad física constante y una vida sana, apacible y social nos ayudarán a vivir mejor esta nueva fase de la vida.

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