
La sequedad vaginal es una molestia frecuente en la menopausia que provoca irritación, picor y quemazón, de por sí ya desagradables, pero que además, pueden hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas.
¿Qué es la sequedad vaginal?
Los tejidos de la vagina se mantienen lubricados de forma natural gracias a los estrógenos. En la menopausia se produce una bajada en el nivel de estrógenos, que hace que el tejido vaginal se reduzca y se vuelva más delgado, lo que produce sequedad e inflamación.
La sequedad vaginal se produce normalmente en la menopausia pero puede darse también en situaciónes de estrés o depresión, a causa del tabaco, por alguna intervención quirúrgica o tratamiento agresivo como la quimioterapia. También puede aparecer de forma puntual tras el parto o durante el periodo de lactancia. En cualquier caso, ante la duda hay que consultar con el ginecólogo.
Hay elementos externos que pueden producirla o empeorarla como el uso de jabones o geles íntimos, los tampones y los preservativos.
La sequedad vaginal afecta a la mitad de las mujeres incluso antes de los 50 años. Para paliarla y evitar que vaya a más cuando los estrógenos bajen, es necesario mantener la salud de la vagina adecuadamente, cuidando de la mucosa, el lubricante natural que mantiene hidratada la zona, y la flora vaginal que se encarga de protegerla.
Cómo prevenir la sequedad vaginal
- La hidratación es muy importante para el buen funcionamiento del organismo y de sus órganos. Hay que beber al menos litro y medio de agua al día, y también zumos e infusiones, evitando las bebidas con gas y muy azucaradas, que no hidratan y tampoco quitan la sed.
- Evitar tabaco y alcohol que reducen los niveles de estrógenos, lo que afecta directamente a la hidratación de la vagina.
- Utilizar un producto de higiene íntima adecuado. La vagina tiene características que requieren un jabón específico para la higiene diaria. Antes de escoger uno hay que ver la composición, buscando el que tenga un ph neutro. El médico o farmaceútico.
Durante las relaciones sexuales
La sequedad vaginal no puede ser un problema que dificulte las relaciones sexuales. Conseguir la lubricación necesaria para que no sean dolorosas es sencillo.
- Mantener una vida sexual activa. Parece un contrasentido, pero la mejor manera de que la vagina se mantenga lubricada es utilizarla a menudo.
- Preliminares. El mejor lubricante natural son los preliminares, que preparan el ambiente, aumentan la temperatura del cuerpo y permiten que la zona vaginal se lubrique naturalmente.
- Utilizar un lubricante externo. Si aún así no es suficiente, siempre se puede recurrir a un lubricante que permita que las relaciones sexuales sean placenteras. Hay de varios formatos, en forma de gel o de óvulos, que se introducen en la vagina antes de mantener relaciones sexuales o un hidratante para que la zona esté en perfectas condiciones de humedad.
Si nada de esto es suficiente, el ginecólogo nos indicará qué es lo que debemos utilizar.
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