
Cuando nos paramos a pensar en las enfermedades que afectan a las mujeres, lo primero que viene a la cabeza es el cáncer, generalmente de mama o del aparato reproductor. No se suele pensar en las enfermedades cardiovasculares, que habitualmente no se perciben como un riesgo, y sin embargo, son una de las principales causas de muerte en las mujeres.
Las enfermedades cardiovasculares afectan de manera similar a hombres y mujeres, aunque en periodos diferentes. A igual edad, las mujeres en el periodo premenopáusico corren menos riesgo que los hombres pero el riesgo se dispara en la postmenopausia en relación con los hombres de ese rango de edad.
Mientras el organismo femenino produce estrógenos, se mantienen los niveles de grasa en sangre y la salud cardiovascular. Cuando la producción comienza a disminuir, aumenta el riesgo de padecer enfermedades coronarias, a la vez que baja la protección de las hormonas.
Los problemas cardiovasculares no suelen percibirse como de riesgo al no presentar síntomas visibles, como ocurre con otras enfermedades. Y sin embargo, es necesario tomárselo en serio, cuidarse y sobre todo, prevenir.
¿Cómo prevenir las enfermedades cardiovasculares?
Prevenir las enfermedades cardiovasculares es cuestión de controlar todo aquello que pueda producirlas. Básicamente se trata de llevar un estilo de vida saludable una dieta equilibrada y sana, que incluya frutas, verduras, legumbres, sin grasas, sal, ni precocinados y hacer ejercicio.
Puesto que los síntomas no son visibles es necesario buscarlos, lo que requiere chequeos y analíticas de forma regular para controlar el estado de salud del corazón. En las mujeres aconsejable empezar alrededor de los 40-45 años cuando puede aparecer la menopausia precoz y al bajar el nivel de estrógenos aparecen problemas cardiovasculares en los que influye este hecho, así como los factores hereditarios.
Después de la menopausia, las mujeres aumentan su riesgo de padecer una enfermedad cardíaca. La bajada en el nivel de estrógenos afecta directamente a los de HDL, colesterol bueno, que baja y a la vez aumenta el de LDL o colesterol malo. Teniendo en cuenta que alrededor de los 50 comienza la menopausia, a partir de ese momento hasta la muerte cualquier mujer tiene riesgo de padecer alguna enfermedad de tipo cardiovascular.
Se podría pensar que la terapia hormonal sustitutiva podría ser la solución, pero lo cierto es que los estudios no lo aconsejan para evitar las enfermedades del corazón. En cualquier caso la solución debe ser personalizada para cada paciente, teniendo en cuenta su historial, antecedentes familiares, etc.
Hay una serie de factores, como edad, raza y antecedentes familiares, que no pueden cambiarse, pero hay otros factores que pueden eliminarse o cambiarse para mejorar la salud cardiovascular.
Para mantener la salud cardiovascular es importante:
- Controlar los niveles de colesterol
Antes de entrar en la menopausia las mujeres suelen tener más colesterol que los hombres de la misma edad, porque la presencia de estrógenos aumenta el nivel de HDL en sangre. Cuanto más elevado este nivel, menos posibilidad de tener un ataque cardíaco o cerebral. En la menopausia, el HDL baja y aumenta el riesgo. Los niveles de colesterol se pueden mantener a raya con dieta y ejercicio y en caso de ser elevados, con medicación.
- Controlar la diabetes
La diabetes supone también un riesgo, porque debilita la acción protectora de los estrógenos, y por tanto es más posible padecer una enfermedad cardíaca.
- Vigilar la presión arterial
La hipertensión hace que el corazón se fatigue y también acelera la aterosclerosis por lo que aumenta el riesgo de tener un ataque al corazón, cerebral o insuficiencia renal. La hipertensión no se puede curar, necesita medicación. Como medida de prevención ayuda hacer ejercicio y llevar una dieta saludable. No muestra síntomas, pero es muy peligrosa para la salud, por eso hay que llevar un control periódico, para conocer sus valores.
- Llevar una vida y una dieta saludables
Comer de forma equilibrada eliminando alimentos que sean perjudiciales para la salud, grasas, precocinados, sal. Factores como el estrés o la depresión también contribuyen a empeorar la salud cardiovascular, ya que además propician otros como fumar, alcohol, comer de más, y en definitiva cuidarse de menos.
- Vigilar el sobrepeso
El sobrepeso es un factor de riesgo en las enfermedades cardíacas. Se considera que una persona es obesa cuando su peso excede en un 20% al que le corresponde por su sexo y altura. Una dieta adecuada y ejercicio pueden solucionar este problema.
- Realizar ejercicio físico a diario
El ejercicio aumenta los niveles de colesterol HDL, reduce la presión arterial, mantiene el forma las arterias y regula la glucosa. Por eso, entre muchas otras ventajas, es el aliado perfecto para evitar las enfermedades cardiovasculares.
- Dejar el tabaco y el alcohol
El tabaco es un hábito perjudicial para la salud cardiovascular, además de ser un factor que puede adelantar la menopausia. Durante el periodo fértil de la mujer, si además se toman anticonceptivos orales, se aumenta el riesgo de tener un ataque al corazón o accidente cerebral. Dejar este hábito puede reducir el riesgo de forma inmediata.
El exceso de alcohol facilita la aparición de la obesidad, aumenta la presión arterial y los niveles de triglicéridos, que causan insuficiencia cardíaca y aumentan el riesgo de padecer un accidente cerebral. Por eso lo más saludable es reducir su consumo, aunque sea moderado.
- Tener en cuenta las enfermedades hereditarias
Las enfermedades hereditarias no se pueden evitar, pero sí que se pueden tomar precauciones para que no vayan a más y no tengan consecuencias. Si en la familia hay casos de enfermedades cardíacas hay que tener especial cuidado y extremar la prevención.
Contribuir a la salud del corazón durante la menopausia requiere llevar una vida sana, una dieta equilibrada, con ejercicio, sin tabaco y sobrepeso, para reducir la presión arterial, el colesterol y la diabetes. Todo ello contribuye además, a mejorar el ánimo lo que a su vez reduce el nivel de estrés, que redunda en la salud cardiovascular.
Imagen: Dominic Sansotta
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