
Caída del deseo, orgasmos cortos y menos intensos, sequedad y dolor durante el coito. Estos son los trastornos más comunes relacionados con la sexualidad a los que nos enfrentamos las mujeres durante la menopausia. ¿Cómo podemos luchar contra ellos?
Los problemas que experimentamos las mujeres en la menopausia son de diversa índole, pero los que más afectan nuestro bienestar psico-físico son los relacionados con la esfera de la sexualidad.
Los síntomas vinculados a ella no sólo nos conciernen a nosotras mismas, ya que afectan a nuestra relación de pareja, nuestra autoestima y la forma en que lidiamos con esta fase de nuestras vidas.
Para superar las dificultades en la sexualidad durante la menopausia es necesario conocer los problemas que se presentan asociados a ella y los remedios que permiten que se pueda vivir con más serenidad.
Estos son los algunos de los principales problemas y remedios posibles.
Disminución del deseo sexual
El deseo sexual no es sólo una cuestión hormonal. Está ligado a la psique: la fantasía, la serenidad, la imaginación y la relajación son la base del componente psicológico para el buen sexo, en todas las edades.
Si faltan estos elementos, lograr el placer se hace un poco más complicado.
Desde un punto de vista biológico, por otro lado, el deseo sexual surge de la armonía entre el estrógeno, la progesterona y los andrógenos.
Nuestra percepción de la feminidad puede verse disminuida por la disminución del estrógeno, que junto con la reducción del nivel de andrógenos, provoca una disminución del deseo sexual.
Orgasmos más cortos y menos intensos
Si has notado que tus orgasmos se reducen en términos de duración e intensidad, no te preocupes, esto también es normal y siempre se debe a la disminución de las hormonas y a los cambios en el cuerpo femenino a medida que envejece.
El orgasmo es un reflejo sensorial motor, desencadenado por numerosos estímulos físicos y mentales. Requiere un apoyo neurovascular y neuromuscular adecuado para promover las contracciones rítmicas de los músculos vaginales, uterinos y anales, que tiende a debilitarse con el envejecimiento de los tejidos del cuerpo.
Sequedad y dolor durante el coito
La excitación y posterior lubricación de las paredes vaginales también depende de la correcta concordancia entre las diversas hormonas de estrógeno y andrógeno.
Muchas de nosotras nos enfrentamos al problema de la sequedad vaginal, que en algunos casos puede hacer que las relaciones sexuales en la menopausia sean muy dolorosas. Alrededor del 31-39% de las mujeres menopáusicas experimentan dolor durante las relaciones con su pareja.
En la menopausia, el tiempo necesario para la lubricación se alarga y la elasticidad de la vagina se reduce, por lo que, al contrario de lo que se suele hacer en estas situaciones, se recomienda no disminuir el número de relaciones sexuales.
Una buena frecuencia ayuda a mantener la flexibilidad de las paredes vaginales y la tonicidad del propio suelo pélvico, el conjunto de músculos presentes en la parte baja del abdomen, cuya relajación puede ocasionar los típicos trastornos urinarios de la menopausia.
Lubricación vaginal… ¿de qué depende?
La pared vaginal está protegida por una fina capa de lubricante natural transparente producido por las paredes de los vasos sanguíneos de los músculos que la rodean.
Durante la fase de excitación y coito aumenta el flujo sanguíneo en estos vasos y su secreción de líquido, lo que garantiza la ausencia de dolor durante el acto sexual.
Los factores que influyen en la cantidad y consistencia de este fluido son las fluctuaciones hormonales, particularmente las estrogénicas. Basta observar el aumento de estrógeno durante la ovulación y la secreción de moco más espeso durante esta fase del ciclo, o su disminución en la menopausia y la progresión de la edad.
La sexualidad en la menopausia: remedios para los problemas más frecuentes
Hay varios remedios que pueden ayudar a vivir mejor la sexualidad durante la menopausia, desde los remedios farmacológicos hasta los relacionados con el factor psicológico.
Este último es sin duda el que debe recibir la mayor atención: debemos hacer un esfuerzo para hablar con nuestra pareja, para comunicarle nuestras inseguridades y miedos. Si no somos capaces de hacerlo podemos hablar de ello con nuestro ginecólogo o pedir el apoyo de un psicólogo.
Lo que sea para no dejar una conversación pendiente. Lo importante, como siempre, es el diálogo.
Geles y cremas lubricantes
Hay muchos productos en el mercado, como geles y cremas lubricantes que nos dan la oportunidad de superar el problema de la sequedad vaginal.
La aplicación de estos productos garantiza el alivio inmediato de la sequedad vaginal, sin tener que recurrir a la terapia de estrógeno vaginal.
Se recomienda el uso de cremas a base de agua, ya que las preparaciones a base de lípidos, aceitosos, pueden dañar el látex del preservativo y afectar negativamente al propio Ph vaginal.
Los ejercicios de Kegel
Los ejercicios de Kegel son una serie de rutinass que se practican diariamente para devolver la elasticidad y el tono al músculo perineal y disminuir el reflejo de contracción que se produce, principalmente en respuesta a la sequedad vaginal.
Estos ejercicios también ayudan a aumentar la sensibilidad vaginal y el placer sexual y ayudan a contrarrestar los molestos trastornos urinarios de la menopausia.
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