Prevenir la celulitis en la menopausia

En la menopausia es habitual aumentar de peso, de volumen y la grasa corporal se distribuye de forma desigual en el cuerpo, habitualmente alrededor de la cintura. También es fácil que la celulitis, frecuente en las mujeres a cualquier edad, se agrave. La celulitis aparece en la pubertad cuando aumentan los niveles de estrógenos y la grasa comienza a asentarse en muslos y caderas. La celulitis está presente también durante el embarazo y la menopausia.

¿Qué es la celulitis?

La celulitis es la grasa que está debajo de la piel, formada por adipocitos que aumentan su tamaño y oprimen los capilares. En las zonas en las que aparece la celulitis hay más líquido, porque sus células las retienen, y se produce hinchazón, rojez y el aspecto rugoso conocido como piel de naranja. En definitiva, se acumula grasa y agua y la falta de drenaje hace que las fibras se vuelvan más duras empeorando la salud y el aspecto de esa zona. El problema se agrava si además hay problemas de circulación.

Hay varios tipos de celulitis, que puede darse en de forma local o en todo el cuerpo, aunque habitualmente se encuentra en la zona de los muslos, glúteos y barriga. Tiene varios estadios, uno ligero, en el que solo se ve la celulitis si se aprieta la piel, otro medio en el que ya es visible sin contacto, y el estado más grave en el que se nota dura al tacto y puede ser incluso dolorosa.

Hacer desaparecer la celulitis es complicado incluso en la primera fase, cuando empieza a producirse.

Uno de los primeros síntomas es la sensación de pesadez en las piernas y de frío debido a la mala en la circulación.

La celulitis aparece por culpa de la mala circulación, por los radicales libres, que atacan al colágeno y la elastina de la piel y problemas linfáticos que hacen que los desechos del organismo no se eliminen adecuadamente.

La celulitis, al margen de la cuestión estética, es un problema de salud, que indica que algo no funciona bien en el organismo.

El riesgo de tener celulitis aumenta con la edad, con la vida sedentaria y las malas posturas, mucho tiempo de pie o sentados. El exceso de peso es otro factor que fomenta su aparición, ya que la acumulación de grasa conlleva mayor riesgo de tener celulitis.

Una mala alimentación favorece la acumulación de líquidos y junto a la mala circulación son factores que facilitan la aparición de la celulitis.

El tabaco, el café o el exceso de azúcar o sal son perjudiciales en general para la salud, también para el sistema linfático cuyo mal funcionamiento provoca la celulitis. Lo mismo ocurre con el estreñimiento crónico que hace que el organismo acumule toxinas.

El exceso de sol es perjudicial para la piel, ya que la deshidrata y daña las fibras de colágeno, lo que influye en la aparición de la celulitis.

Cualquier alteración en el funcionamiento de las hormonas, como sucede durante la menopausia, favorece la retención de líquidos, el aumento de grasa y por ello la celulitis.

Las enfermedades hereditarias y la diabetes también son factores que favorecen la celulitis.

El estrés tensa los músculos, dificulta el paso de la linfa a la vez que aumenta la producción de cortisol, que induce a comer más y facilita la aparición de la celulitis.

¿Qué habitos ayudan a evitar la celulitis?

  • Hacer ejercicio activa la circulación y tonifica los músculos lo que dificulta la aparición de la celulitis. Evitar el ascensor, ir caminando siempre que sea posible. Es buena idea llevar unas zapatillas para hacerlo y otro calzado para cambiarse después. El calzado plano favorece el retorno venoso.
  • Cuidar la alimentación, evitando la sal, introducir frutas, verduras, pescados, carne de ave y cereales integrales. Beber al menos un litro y medio de agua diariamente.
  • Evitar la ropa muy ajustada que perjudica la circulación y el drenaje linfático. Es mejor utilizar prendas holgadas.

Dieta

Hay alimentos que no son aconsejables porque retienen líquidos y favorecen la mala circulación, por ejemplo, azúcar, grasas, harinas, pasta, arroz, alcohol y sal.

Otros alimentos, en cambio mejoran la circulación, evitan la retención de líquidos o tienen fibra. Legumbres, frutos secos sin salar, avena, ternera, huevos, pescado azul, carne de pollo, queso y leche con poca grasa, cereales integrales y frutas como la piña, sandía o pera tienen que formar parte de la dieta habitual.

Además se recomienda realizar 5 comidas al día, masticar bien los alimentos, comer con tranquilidad y tomar a diario 5 raciones de frutas y verduras, especialmente diuréticas y antioxidantes.

Hacer ejercicio

El ejercicio diario es aconsejable en cualquier momento, más aún en la menopausia. Cuando no se practica, la circulación empeora y se acumulan toxinas, lo que favorece especialmente la aparición de la celulitis. El ejercicio ayuda a mantener el peso y en forma el aparato locomotor y fortalece los huesos, perfecto para prevenir la osteoporosis. Por no hablar de que ayuda a eliminar el estrés y mejora el humor, que siempre redunda en cuidarse un poco más.

Es bueno combinar ejercicio aeróbico y de tonificación. El primero reduce las grasas, es el que se realiza caminando, nadando o yendo en bicicleta. Es suficiente con hacer entre 20-30 minutos diarios. La tonificación mantiene en forma el tono muscular, y al aumentarlo, mejora el aspecto de la piel, la piel de naranja se ve menos. Se recomienda hacer 20 minutos entre 3 y 5 días a la semana.

La celulitis puede ser un problema en una etapa como la menopausia en la que es fácil perder forma física y coger peso, así es que hay que hacer lo posible para evitar que aparezca.

Imagen: chris jarvis

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