¿Cómo influye el gluten en tu salud?

El gluten es una proteína que se encuentra en algunos cereales como el trigo, la cebada, el centeno y, en menor medida, en la avena (aunque suele estar contaminada con gluten de otros cereales durante el procesamiento). Está compuesto por dos proteínas principales: la gliadina y la glutenina.

¿Cómo funciona el gluten en los alimentos?

En la cocina, el gluten es esencial en productos como el pan, porque aporta elasticidad y cohesión a la masa. Cuando se amasa harina con agua, el gluten forma una estructura elástica que permite que la masa atrape el gas producido por la levadura, lo que ayuda a que el pan suba y tenga una textura esponjosa.

¿Cómo actúa el gluten en el organismo?

Cuando se consume gluten, se descompone en proteínas más pequeñas en el sistema digestivo, como cualquier otra proteína. Para la mayoría de las personas, el gluten no representa un problema y es simplemente digerido y absorbido como parte de la alimentación normal. Sin embargo, hay personas que no pueden tolerar el gluten debido a diferentes condiciones:

Enfermedad celíaca: La celiaquía es una enfermedad autoinmune que afecta aproximadamente al 1% de la población. En este caso, cuando una persona con celiaquía consume gluten, su sistema inmunológico lo ataca como si fuera un patógeno. Esto provoca una reacción inflamatoria que daña el revestimiento del intestino delgado, específicamente las vellosidades intestinales, que son necesarias para absorber nutrientes. Con el tiempo, este daño puede provocar desnutrición, anemia, osteoporosis, entre otros problemas graves. Los síntomas más comunes son dolor abdominal, diarrea crónica, fatiga, pérdida de peso, erupciones cutáneas (dermatitis herpetiforme), entre otros.

Sensibilidad al gluten no celíaca: Algunas personas experimentan síntomas similares a los de la enfermedad celíaca cuando consumen gluten, pero no tienen los mismos marcadores inmunológicos ni daño intestinal. Esto se conoce como sensibilidad al gluten no celíaca. La causa exacta no está clara, y es una condición más difícil de diagnosticar, ya que no existen pruebas definitivas. Los síntomas suelen mejorar cuando eliminan el gluten de su dieta.

Alergia al trigo: En este caso, la reacción no es al gluten específicamente, sino a diversas proteínas que se encuentran en el trigo, entre ellas el gluten. Una alergia alimentaria provoca una respuesta inmunitaria inmediata que puede incluir erupciones cutáneas, dificultad para respirar, hinchazón y, en casos graves, anafilaxis.

¿Por qué algunas personas no toleran el gluten?

Factores genéticos: en el caso de la enfermedad celíaca, hay una predisposición genética. Las personas con ciertos genes tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad.

Factores ambientales: algunos estudios sugieren que ciertas infecciones virales, el tipo de dieta en la infancia, el parto por cesárea y el consumo de antibióticos pueden influir en el desarrollo de la enfermedad celíaca.
Microbiota intestinal: una microbiota poco equilibrada puede aumentar el riesgo de desarrollar intolerancias alimentarias.

Tratamiento

Para quienes tienen enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, el único tratamiento eficaz es una dieta libre de gluten. Esto implica evitar todos los alimentos que contienen trigo, cebada, centeno y avena contaminada, así como muchos productos procesados que pueden tener gluten como aditivo. Hoy en día, existe una amplia gama de alimentos sin gluten en el mercado, y muchas personas optan por esta dieta incluso sin tener intolerancia.

Beneficios y riesgos de eliminar el gluten sin necesidad médica

Algunas personas eliminan el gluten por moda o la creencia de que es más saludable, pero no hay evidencia clara de que una dieta sin gluten beneficie a quienes no tienen una intolerancia o sensibilidad. De hecho, eliminar el gluten innecesariamente puede llevar a deficiencias nutricionales, de fibra, hierro y vitaminas del grupo B, si no se realiza una planificación adecuada de la dieta.

En resumen, el gluten es una proteína que la mayoría de las personas puede consumir sin problemas. Sin embargo, para quienes tienen intolerancia, enfermedad celíaca o alergia al trigo, el gluten puede ser una causa de síntomas molestos o graves, por lo que deben seguir una dieta estricta libre de gluten.

No hay una relación directa establecida entre la menopausia y el consumo de gluten en personas que no tienen sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca. Sin embargo, se pueden experimentar cambios en la digestión durante la menopausia, lo que podría hacer que ciertos alimentos, como aquellos con gluten, sean más difíciles de tolerar.

Aquí hay algunos puntos a considerar sobre la menopausia y el gluten

Durante la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que puede afectar el sistema digestivo. Por lo que se pueden experimentar síntomas como hinchazón, gases o intolerancia a ciertos alimentos. En este caso, el gluten puede ser un factor desencadenante para algunas mujeres, aunque no necesariamente sea el problema raíz.

La enfermedad celíaca, que es una condición autoinmune en la que el cuerpo reacciona al gluten, puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, incluso durante la menopausia. Algunas mujeres pueden no haber sido diagnosticadas hasta esta etapa de su vida, y los síntomas digestivos relacionados con el gluten pueden ser más notorios debido a los cambios hormonales.

En cuanto a la sensibilidad al gluten no celíaca, hay personas que experimentan sensibilidad al gluten sin tener enfermedad celíaca. Aunque no está claro si los cambios hormonales durante la menopausia aumentan esta sensibilidad, es posible que algunas mujeres puedan notar una mayor intolerancia al gluten durante este período.

Por último, la menopausia se asocia con una mayor inflamación en el cuerpo, por lo que es posible que se vea agravada en mujeres que sean más sensibles a alimentos que causen inflamación, como los que contienen gluten

En resumen, no existe una relación directa entre la menopausia y el gluten para todas las mujeres, pero los cambios hormonales durante este período pueden hacer que las mujeres sean más conscientes de cómo ciertos alimentos, incluido el gluten, afectan al cuerpo.

Foto de Kate Trysh en Unsplash

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