
Los hidratos de carbono están presentes en casi todos los alimentos que consumimos, los más importantes son los azúcares, los almidones y las fibras. La fibra es un hidrato que el organismo no descompone por no tener las enzimas adecuadas para hacerlo. A pesar de ello, es fundamental para controlar la glucosa y el colesterol y para la buena salud de nuestro intestino.
Lo que tal vez no era tan conocido es que la fibra, además, puede ser muy efectiva contra la depresión, una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo y que es frecuente durante la menopausia. Es la conclusión a la que ha llegado la Universidad Nacional de Seúl, que tras realizar una investigación afirma que las mujeres menopáusicas que siguen una dieta rica en fibra son menos proclives a la depresión.
La fibra mantiene sana la microbiota intestinal lo que ayuda a la salud del cerebro y mejora la neurotransmisión. Cualquier mejora en la neurotransmisión neuronal afecta a la salud mental, que durante la menopausia y más durante épocas otoñales se ve afectada con síntomas como, apatía, irritabilidad, trastornos del sueño, insomnio o somnolencia, falta de energía y fatiga.
La falta de vitaminas, B, C, D y E, y sales minerales como hierro, zinc o ácidos grasos Omega-3 pueden interferir en el funcionamiento del cerebro reduciendo la producción de dopamina. Aún así, hay que tener en cuenta que la depresión no depende únicamente de la alimentación, que puede ayudar a prevenirla, pero ni la cura, ni la provoca. Por ello, aunque se pueda concluir que una dieta rica en fibra mejora la prevención de la depresión, no se puede asociar la depresión con las dietas poco saludables.
La fibra, cuando es habitual en las dietas saludables, reduce el colesterol y por lo tanto, previene las enfermedades del corazón y facilita el buen funcionamiento del intestino. Por eso, además de su comprobada influencia para prevenir la depresión, debe formar parte de nuestra alimentación.
¿Qué alimentos contienen fibra y no deben faltar en nuestra dieta?
- Legumbres como habas secas, alubias, lentejas, garbanzos y soja
- Granos, cereales, quinoa, arroz y pasta integral
- Frutos secos como nueces, almendras, pistachos, o semillas de calabaza o girasol
- Verduras como brócoli, alcachofas, judías verdes, espárragos, lechugas, acelgas, espinacas, zanahorias, champiñones, nabos, remolacha
- Frutas, calabazas, manzanas, plátanos, melocotones, mandarinas, ciruelas, higos, kiwis y bayas. También frutas deshidratadas
La depresión es una enfermedad que hay que tomar en serio en cualquiera de sus estadios. Ante cualquier síntoma, hay que acudir al médico. Aún así, unos hábitos saludables, dieta y ejercicio, siempre contribuirán a llevar una vida mejor.
Imagen: Maddi Bazzocco
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