¿Son compatibles dieta keto y menopausia?

La bajada en el nivel de estrógenos durante la menopausia hace que el organismo se ralentice, y, además de sofocos, sudores, sequedad vaginal, insomnio o cambios de humor, aumente la grasa en el cuerpo y su distribución, acumulándose en la zona abdominal. Esto hace que muchas mujeres intenten solucionar este problema con las dietas y una de las más populares es la dieta cetogénica o Keto.

La dieta Keto consiste en reducir el consumo de hidratos de carbono, moderar el de proteínas y aumentar el consumo de grasas, para eliminar la grasa corporal. A pesar de lo paradójico que pueda resultar, el caso es que consigue su propósito.

Aunque esta dieta se diseñó a principios del siglo pasado para tratar la epilepsia y enfermedades raras del metabolismo, se ha mostrado efectiva para perder grasa de forma drástica.

¿Cómo funciona la dieta Keto? Al reducir la ingesta de hidratos de carbono se obliga al organismo a utilizar grasas para generar energía, obtenida de los cuerpos cetónicos que produce el hígado. Para impulsar la cetosis, el cuerpo necesita grasa para sustituir la que obtendría con los hidratos de carbono. Cuando se obtiene una cierta carga de estos cuerpos en la sangre el organismo entra en cetosis. Se trata de un mecanismo habitual cuando no se toman carbohidratos.

Sin embargo, la dieta Keto no debe prolongarse demasiado tiempo porque es muy desequilibrada, con déficit de vitaminas y minerales, puesto que apenas se toman frutas ni verduras. Necesitaría complementarse con suplementos alimenticios. Esta dieta también puede producir cetoacidosis, que es peligrosa, porque disminuye el pH de la sangre cuando la cetosis se prolonga en el tiempo. Es habitual que produzca estreñimiento, halitosis e irritabilidad.

La dieta Keto está absolutamente desaconsejada si se padecen enfermedades hepáticas o renales.

La dieta cetogénica puede reducir algunos de los síntomas de la menopausia por una razón: la grasa es precursora de la estrona, un estrógeno producido por las células grasas. A mayor presencia de grasas, más estrógenos y en consecuencia menos síntomas de la menopausia.

Pero también tiene su lado negativo, ya que puede agravar algunos síntomas de la menopausia por el efecto diurético de la dieta, porque la grasa aumenta el colesterol y por tanto el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, el bajo aporte de calcio debilita los huesoso y favorece la aparición de la osteoporosis. La dieta Keto genera bajos niveles de azúcar en sangre, lo que produce fatiga y aumenta el riesgo de padecer cólicos de riñón si se sigue mucho tiempo. La irritabilidad que puede ocasionar esta dieta se une a la que puede aparecer en la menopausia.

¿Cómo es una dieta keto?

Una dieta keto contiene:

  • Menos de un 10% de hidratos de carbono
  • Entre un 20 y un 30% de proteínas
  • Entre un 60 y un 70% de grasas

Los hidratos de carbono no dejan de ingerirse totalmente, porque aunque sea en pequeñas cantidades se encuentran en gran parte de los alimentos. Se eliminan cereales y legumbres y la mayoría de las frutas, excepto los frutos rojos, coco, aguacate y aceitunas. Se pueden tomar verduras verdes de superficie como repollo, brócoli, que tienen menos hidratos que las que se consumen en forma de bulbo.

Las proteínas se obtienen de leche, huevos, carnes, pescados y mariscos.

Las grasas deben ser cardiosaludables, las que provienen de carnes, pescados, mariscos, huevos, leche entera y derivados, aceite de oliva, mantequillas, semillas y frutos secos. Hay que eliminar las que no lo son.

En la dieta keto no se permite tomar alcohol ni tampoco dulces, excepto chocolate puro.

Imagen: Marco Verch

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