
Con la llegada de la menopausia es habitual que se produzcan cambios en la morfología del cuerpo. Uno de los más destacados en la acumulación de la grasa en la zona abdominal, que coincide con una disminución de la masa muscular. Puede parecer solamente una cuestión estética, pero lo cierto es que esa grasa está cerca de órganos importantes, que pueden verse afectados. De hecho hay una fuerte relación entre esta grasa abdominal, la existencia de enfermedades metabólicas y un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Para hacer desaparecer esa grasa abdominal es necesario llevar una dieta saludable y hacer ejercicio, pero además, hay que prestar atención a algo que en ocasiones se olvida: la influencia que tiene el consumo o no de algunos líquidos en la salud y el peso.
Beber agua
El agua es fundamental en todos los procesos metabólicos del organismo, por lo que es imprescindible hidratarlo. Se recomienda tomar entre un litro y medio y dos litros diarios, cantidad que dependerá de la dieta y del ejercicio que se realice. Pero, además, el agua no tiene calorías, así es que es una opción natural y económica para hidratar el organismo y de paso evitar acumulación de grasas. Si no te gusta demasiado el agua sola, prueba a añadirle un chorizo de limón, una hoja de hierbabuena o con alguna infusión.
Beber infusiones
El té verde es una infusión que contiene polifenoles, que además de acelerar el metabolismo, tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antihipertensivas. Tomado con moderación es una bebida que aporta grandes beneficios a la salud, es económica y de sabor agradable. Eso sí, cuidado a la hora de endulzar las infusiones, si utilizas azúcar, miel y también en el caso de que utilices edulcorantes artificiales. Su abuso puede conducir al efecto contrario que se pretende al sustituir el azúcar. Lo mejor es tomar las infusiones de forma natural. Si no te resulta agradable, escoge aquellas de sabor más suave que puedas tomar sin nada.
Alcohol
Para llevar una dieta saludable que ayude a reducir peso y grasa corporal, hay que reducir el consumo de alcohol. El alcohol supone una gran cantidad de calorías vacías que no aportan ningún nutriente al organismo, pero que acumulan grasa en la zona abdominal.
Y por último, y muy importante, es necesario tener en cuenta que con la edad, el metabolismo se hace más lento, y quema más lentamente las calorías ingeridas. Para equilibrar este desfase, lo más lógico es comer algo menos, cuidar la calidad de lo que se ingiere y hacer ejercicio para eliminar lo sobrante. No se puede evitar la edad, ni la menopausia, pero sí se puede controlar la dieta. Hacerlo solo producirá beneficios en tu salud.
Imagen: chad madden
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