
Se podrían decir unas cuantas razones sobre la importancia de hacerse periódicamente autoexploraciones mamarias, pero la más importante es tener un diagnóstico precoz. Algo fundamental con el cáncer, porque cuanto antes se detecte, más posibilidades hay de superarlo.
El cáncer de mama es el más habitual entre las mujeres y también el que más muertes produce. Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, la prevalencia en 2020 fue de 516.827 personas. Además, un 30% de las diagnosticadas vuelve a recaer en la enfermedad. La buena noticia es que la tasa de supervivencia a 5 años es de 82,8% de forma global, y supera el 99% en las pacientes diagnosticadas con enfermedad exclusivamente en la mama.
La mayoría de muertes por cáncer de mama se produce en mujeres mayores de 70 años. Una edad en la que las mujeres están en el periodo de postmenopausia y se encuentran además con otros problemas ocasionados por los cambios hormonales.
El cáncer no suele avisar, de hecho es muy posible que no haya ningún síntoma que haga sospechar de su existencia. En el caso del cáncer de mama es muy útil la autoexploración, la observación de la forma o los cambios que se vean en la aureola, el pezón y por supuesto, cualquier bulto, que indican que algo no va bien. Entre un 80 y un 95% de los bultos son detectados por las propias mujeres. Así que ante cualquier observación extraña, hay que acudir cuanto antes al médico. Cualquier tiempo que se le gane al cáncer puede ser significativo para ganar tiempo de vida.
Todo ello sin dejar de hacerse las mamografías periódicas para que sea un profesional el que se asegure de detectar cualquier anomalía. Generalmente se recomienda una mamografía anual en mujeres de entre 45 y 55 años. A partir de esa edad cada dos años, y siempre que haya algún problema.
¿Cómo realizar la autoexploración mamaria?
- Observar delante de un espejo en una postura natural el aspecto del pecho, ver si hay cambios en su forma o color, en la piel, en los pezones o la aureola.
- Volver a hacer la misma exploración elevando ambos brazos
- Después de la observación visual, hay que palpar cada pecho. Hay que hacerlo con la mano contraria palpando con movimientos circulares, verticales y horizontales sin dejar ningún punto por explorar, llegando debajo de las axilas y la zona inferior de la clavícula
- Se recomienda repetir el mismo proceso tumbada
En el centro de salud puedes conseguir folletos donde se explica este proceso de forma gráfica, y también puedes verlo en vídeos de la Asociación Española contra el Cáncer
Recuerda que el diagnóstico precoz puede salvarte la vida: un cáncer de mama en fase de metástasis es mucho más difícil de tratar y las posibilidades de supervivencia son menores.
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