
Para contrarrestar los trastornos típicos de la menopausia es importante prestarnos la máxima atención a nosotras mismas y a nuestro bienestar. Empezando por seguir una dieta sana y equilibrada, eliminando los malos hábitos como el tabaco y manteniéndonos en forma con un poco de ejercicio.
También podemos completar ese cuidado beneficiándonos de algunos alimentos naturales que se encuentran comúnmente en nuestras mesas y que tienen propiedades útiles en la menopausia. Entre ellos la salvia.
Las propiedades de la salvia
Conocemos la salvia principalmente por su uso en la cocina, pero esta hierba aromática tiene propiedades que pueden ayudar a contrarrestar algunas dolencias propias de la menopausia.
En un estudio (De Leo et al, 1998) en el que se administró a 30 mujeres un preparado de extracto de salvia y alfalfa se constató que era efectivo para reducir los sofocos y que tenía una pequeña actividad antidopaminérgica central.
La salvia es rica en dienzimas, vitaminas B1 y C y flavonoides, particularmente isoflavonas, que tienen un comportamiento similar al del estrógeno.
Gracias a estos elementos, que ayudan a reequilibrar el sistema hormonal, la salvia tiene un efecto positivo en el alivio de los sofocos, ya que incide en la regulación del sudor, y palía la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo típicos de la menopausia.
También es muy útil en caso de retención de agua y migrañas, especialmente si son causadas por el ciclo o la menopausia.
Además la salvia promueve la función digestiva, la eliminación de los gases intestinales y el bienestar de la nariz y la garganta gracias a sus propiedades antisépticas y balsámicas.
En la salvia encontramos un aliado eficaz y accesible para muchas dolencias, no solo las referentes a la menopausia.
¿Cómo usar la salvia?
Disfrutar de los beneficios de la salvia es sencillo, se trata de una planta aromática que se puede comprar en el herbolario, en forma de té. Después basta con hacer una infusión en casa y ya está preparada para tomar.
Otra opción es utilizarla en forma de aceite esencial preparado, que puede aplicarse en forma de masaje o añadiendo unas gotas al agua del baño caliente.
Finalmente, puedes cocinarla, preparando platos sencillos como raviolis de mantequilla y salvia o pollo a la salvia.
Como con cualquier alimento, no es conveniente abusar de esta hierba aromática. La salvia no está recomendada para quienes sufren de hipertensión, mujeres embarazadas o lactantes.
En forma de aceite esencial debe utilizarse también con precaución. Está contraindicado en mujeres con antecedentes clínicos de cáncer de mama, ovario y útero, y en todas aquellas que toman terapia hormonal.
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