¿Qué es el efecto yo-yo?

El efecto yo-yo consiste en adelgazar, engordar, adelgazar, volver a engordar… sin quedarse en el punto justo que nos habíamos propuesto.

Es algo fácil de comprobar a poco que alguna vez hayamos intentado hacer algún tipo de dieta. Es muy fácil perder kilos rápidamente y casi con la misma velocidad recuperarlos o incluso engordar más.

En la menopausia, al ver la facilidad con la tendemos a ganar peso, es habitual encontrarse en esta situación ya que tendemos a cambiar nuestra forma de comer drásticamente, sin control alguno.

En dietética, la expresión efecto yo-yo indica la pérdida y la recuperación cíclicas de peso corporal, a raíz de una dieta desequilibrada en cuanto a la cantidad y la calidad de los alimentos.

Este vaivén comienza con una dieta que tiene una pérdida de peso significativa a corto plazo, pero que no se mantiene en el tiempo. Después de una repentina caída de peso, se recuperan rápidamente los kilos perdidos.

Las causas de esa fluctuación de peso pueden ser muchas, pero a menudo se deben a una dieta baja en calorías que inicialmente es demasiado agresiva.

Con el paso del tiempo, el hambre y la fatiga debidas a una dieta desequilibrada hacen que se vuelvan a reanudar los hábitos alimenticios anteriores y a comer más, en parte debido a la frustración psicológica resultante de esta situación.

¿Qué riesgos conlleva?

Este problema, que muchas mujeres experimentan con mayor frecuencia cuando están en la menopausia, no sólo es un problema desde el punto de vista estético, sino que tiene efectos negativos sobre la salud.

Las dietas asociadas a la privación excesiva de alimentos pueden conducir inicialmente a una disminución de la grasa corporal y del tono muscular.

Una vez terminada la dieta, el cuerpo puede responder a la fase previa de desnutrición con un rápido aumento de peso, pero sólo se puede asumir la masa grasa.

Por consiguiente, el proceso desencadenado por el efecto yo-yo puede dar lugar a un cambio en la proporción porcentual de masa magra y masa grasa, que es un importante indicador de salud.

Un estudio, realizado por un equipo de científicos del Rhode Island Memorial Hospital de los Estados Unidos y presentado a la Asociación de Cardiólogos Americanos, también demostró que el efecto yo-yo aumenta el riesgo cardíaco, especialmente en las mujeres menopáusicas.

En particular, se observó que las mujeres que experimentaban el efecto yo-yo tenían un riesgo 3,5 veces mayor de morir de un paro cardíaco.

Este problema, que muchas mujeres experimentan con mayor frecuencia cuando están en la menopausia, no sólo es un problema desde el punto de vista estético, sino que tiene efectos negativos sobre la salud.

En la práctica, es mucho mejor mantenerse con un poco de sobrepeso de forma estable, en lugar de adelgazar y engordar continuamente.

¿Por qué el corazón es más vulnerable en la menopausia?

El aumento de la vulnerabilidad a las enfermedades cardiovasculares de las mujeres postmenopáusicas se debe principalmente a la rápida disminución de los niveles de estrógeno que se produce en esta etapa.

La presencia de estrógenos protege tanto contra el riesgo cardiovascular, que existe una gran diferencia entre el porcentaje de hombres y mujeres que sufren ataques cardíacos antes de los 50 años.

Los estrógenos tienen un efecto vasodilatador, reducen el colesterol, protegen contra la diabetes y tienen un efecto beneficioso en el metabolismo femenino.

Las mujeres en edad de procrear, a diferencia de los hombres, no sufren de colesterol alto debido a la presencia de estrógenos, que pueden ayudar a mantener una relación saludable entre el colesterol HDL y el LDL.

En la menopausia, con el declive fisiológico que produce, el porcentaje de riesgo cardiovascular en las mujeres se vuelve similar al de los hombres.

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