
La menopausia empieza en el momento en que hace un año que no se tiene la regla. Hasta que eso ocurre lo habitual es que se produzcan sangrados irregulares hasta que se van alargando entre unos y otros y finalmente desaparecen. Aunque los ovarios no funcionan bien y el útero va envejeciendo, en principio mientras tengan actividad y se mantengan relaciones sexuales se puede producir un embarazo.
Aunque esto pueda ocurrir, lo ideal es que un embarazo se produzca antes de los 35 años para evitar complicaciones en la madre y en el feto.
Pasada cierta edad el embarazo de forma natural será más difícil y seguramente habrá que recurrir al in vitro, sin que esto sea garantía de éxito, puesto que el útero va envejeciendo.
¿Qué riesgos tiene un embarazo a los 50?
El cuerpo es muy sabio y a partir de cierto momento, cuando entiende que ya no va a utilizar la función reproductiva, va bajando el nivel de estrógenos y finalmente deja de menstruar: llega la menopausia. A partir de los 35 años, la tasa de fertilidad comienza a descender y suele acabar entre los 45 y 50 años, aunque en cada mujer es diferente. En principio a esa edad no es habitual un embarazo y si se da lo más frecuente es que haya un aborto espontáneo.
Pero lo cierto es que gracias a los avances de la ciencia, hoy en día una mujer puede ser madre mucho más tarde de lo que sería factible de forma natural. Aún así, es necesario entender que es un riesgo tener un embarazo a ciertas edades. A partir de los 50 puede haber problemas serios para la madre y para el feto, como desprendimiento de placenta, crecimiento fetal restringido, que pueden empeorar conforme avanza la gestación y llega el parto.
Un embarazo a los 50 años, de forma natural o in vitro, supone un alto riesgo de tener complicaciones como hipertensión, diabetes gestacional y de tener un bebé por cesárea y con bajo peso. Algo que también ocurre en edades más tempranas, con 40 años.
Algunos estudios han constatado una mayor mortalidad materna en mujeres de 50 años con respecto a las que son madres más jóvenes.
Ser madre a los 50: factores a tener en cuenta
El INE sitúa la edad media de la maternidad en España en poco más de 32 años. Aunque un tercio de las embarazadas tiene más de 35 y un 10% más de 40 años.
Entre los 45 y 50 años los ovarios no funcionan bien, el útero van envejeciendo, no vasculariza bien, es menos flexible y en el parto no se contrae igual que uno más joven. Es frecuente que aparezca la preeclampsia, presión arterial alta después de la semana 20 de embarazo.
Con problemas cardíacos un embarazo sería de mucho riesgo ya que se agravan con el embarazo, momento en el que al igual que en el parto, aumenta el volumen sanguíneo y gasto cardíaco.
Historial con anemía, problemas de coagulación o tiroides son también complicaciones que deberían hacer que se replanteara la decisión de ser madre.
A mayor edad, además de cambios hormonales propios del embarazo, se pueden dar diabetes gestacional, hipertensión o colestasis.
El feto también puede sufrir complicaciones con una madre de cierta edad.
Si la placenta no se implanta bien hay más riesgo de crecimiento intrauterino retardado, dar a luz a un bebé de bajo peso y cromosopatías como el síndrome de Down.
Hay mayores posibilidades de que el feto tenga malformaciones y problemas cardíacos.
En definitiva, someter al cuerpo a un embarazo a ciertas edades es arriesgado porque el organismo ya no está preparado para ello. Es obvio decir que si la vigilancia médica es necesaria en cualquier embarazo, todavía lo es más cuando la edad de la madre puede suponer un problema añadido.
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