
Durante la menopausia uno de los síntomas más habituales es padecer sofocos y sudores nocturnos. Además de lo molestos que son ambos, muchas mujeres sienten vergüenza y ansiedad cuando se producen en público.
El sudor es la manera que tiene el cuerpo de regular la temperatura a través de las glándulas sudoríparas. El cuerpo humano tiene alrededor de tres millones en la dermis que eliminan a través del sudor productos de desecho y cloruro sódico. La mayoría de esas glándulas son ecrinas, y no producen olor alguno. En cambio, las glándulas apocrinas, que se encuentran cerca de los folículos pilosos, en las axilas, el cabello y las ingles, producen un sudor con componentes grasos, con los que se alimentan las bacterias de la piel. Aquí es donde se produce el olor, más o menos intenso en cada persona.
La bajada en el nivel de estrógenos durante la menopausia produce un desajuste en el hipotálamo, la parte del cerebro que regula la temperatura. En esta etapa el hipotálamo recibe señales de temperatura alta y el cuerpo reacciona produciendo un exceso de sudoración, hiperdrosis, que además puede originar mal olor, y ansiedad y estrés cada vez que ocurre.
Esto sofocos y sudores afectan a la mayoría de mujeres que se encuentran en la menopausia o en alguna fase del climaterio, entre los 45 y 55 años.
Qué se puede hacer para controlar los sudores
Calma y naturalidad
No se acaba el mundo ante un ataque de sudor. Lo mejor es actuar con naturalidad, quitarse algo de ropa y refrescarse. Es buena idea llevar encima un spray con agua natural, o toallas húmedas para calmar el ataque.
Utilizar varias capas de ropa de tejidos naturales que transpiran y permiten quitarse las que sobren. Llevar prendas despegadas del cuerpo que permitan la circulación del aire entre la ropa y la piel. De esta manera además, no se notarán las manchas de sudor. Hay colores en los que se notan más, así es que es mejor optar por tonos claros o el negro, que disimulan. También es buena idea tener una prenda de recambio en el bolso.
Utilizar desodorante protector, pero cuidado con las colonias o perfumes agobiantes, que más que desviar la atención lo que consiguen es atraerla.
Reducir el estrés
Cuando el mal olor corporal está provocado por el estrés, lo más adecuado es intentar reducirlo por medio de la meditación, el Pilates o el yoga, o cualquier medio que lo evite. Las pesas son un buen ejercicio para reducir los sofocos menopáusicos.
Cuidar la dieta
Algunos nutrientes como el calcio, zinc, magnesio o la clorofila son muy eficaces para combatir el olor corporal, así es que es sencillo añadirlos en la dieta de la menopausia y cuidarse desde dentro.
Los picantes, el tabaco y el alcohol con totalmente desaconsejables.
Lo mejor es no obsesionarse y no generarse más estrés que produce ansiedad y más sudores. No es la primera ni la última vez que una mujer menopáusica suda en público y lo mejor es tomárselo con tranquilidad, porque no pasa absolutamente nada.
Las opciones para tratar los sudores y el mal olor que puedan conllevar pasan por cambiar algunos hábitos alimenticios y estilo de vida. Generalmente eso es suficiente, por lo que hay que dejar los tratamientos más agresivos como última opción. No obstante, si aparecen más síntomas que puedan indicar cualquier otro problema de salud, hay que consultar con el médico.
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