Metabolismo lento durante la menopausia, causas y soluciones 

Si estás en la etapa menopaúsica, habrás observado que tu metabolismo funciona más lentamente, ¿verdad? El metabolismo lento, o tasa metabólica basal reducida, se refiere a la velocidad con la que nuestro cuerpo quema calorías para llevar a cabo sus funciones básicas en reposo, como respiración, mantenimiento de la temperatura corporal, función cerebral, circulación sanguínea o la reparación celular, entre otras. Este ritmo depende de cada persona, cada una tiene una tasa metabólica basal única, que depende de factores como edad, sexo, composición corporal, la genética, el nivel de actividad física, el estado de salud y sobre todo, de la masa muscular. Esto ocurre porque los músculos demandan mucha energía, por lo que aceleran el metabolismo, quemando calorías, incluso en reposo.

Durante la menopausia, es frecuente que las mujeres experimenten una disminución en su tasa metabólica basal debido a cambios hormonales y la pérdida de masa muscular asociada con la edad. A medida que los niveles hormonales disminuyen, el cuerpo tiende a acumular más grasa, especialmente alrededor del abdomen, lo que puede contribuir a la sensación de tener un metabolismo más lento.

Cómo mantener el metabolismo activo en la menopausia

Durante la menopausia, un metabolismo que se ralentiza puede hacer más difícil mantener un peso saludable y esto suele contribuir al aumento de peso. Sin embargo, es posible mantener el metabolismo activo y en buen funcionamiento.

  • Comer de forma regular sin saltarse ninguna comida. Comenzar el día con un buen desayuno y comer de forma equilibrada ayuda a mantener el metabolismo activo.
  • No reducir drásticamente la ingesta calórica. Hay que comer lo que sea adecuado a cada momento de la vida, no se puede pasar a tomar de repente una cantidad de calorías muy pequeña.
  • Aumentar el consumo de proteínas. Las proteínas tienen un efecto térmico más alto que los carbohidratos o las grasas, es decir, el cuerpo quema más calorías para digerirlas. Además, la proteína ayuda a mantener y reparar el tejido muscular, lo que es especialmente importante durante la menopausia debido a la habitual pérdida de masa muscular en esta etapa.
  • Tomar fibra. Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, granos integrales y legumbres, dan sensación de saciedad y controlan el apetito, por lo que ayudan a evitar los excesos y a mantener un peso saludable.
  • Evitar el exceso de azúcares y grasas saturadas. Los azúcares añadidos y las grasas saturadas tienen un impacto negativo en el metabolismo y contribuyen al aumento de peso.
  • Hidratación adecuada. Beber una cantidad suficiente de agua es fundamental para que el metabolismo se mantenga saludable, ya que interviene en la metabolización de los nutrientes y en la eliminación de toxinas. El té verde puede ser una opción para tomar líquidos, que además contiene compuestos bioactivos, como catequinas, que pueden activar el metabolismo y ayudar en la pérdida de peso.

La buena alimentación es fundamental, pero no hay que olvidar la actividad física, combinando ejercicios de resistencia y fuerza, para mantener o aumentar la masa muscular y favorecer un metabolismo más activo.

El metabolismo lento no es una condición médica en sí misma, es una característica metabólica individual. Si una persona siente que su metabolismo está desacelerado y esto está afectando su capacidad para mantener un peso saludable, debe abordar el tema de manera integral consultando con su médico antes de realizar cambios significativos en la dieta o el programa de ejercicios.

Imagen: Alora Griffiths en Unsplash

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