
Hasta ahora la única manera de calcular algo así es por referencias. Si a las mujeres de la familia la regla les vino a tal edad, y a ti lo mismo, puedes suponer que con la menopausia pasará algo parecido. En esta etapa la bajada en el nivel de estrógenos produce una serie de cambios en el organismo femenino y una predisposición más acusada a padecer problemas cardíacos, osteoporosis y artrosis o colesterol.
Es inevitable que llegue este momento, pero sería de gran ayuda saber exactamente cuándo le va a ocurrir a cada mujer, ya que se prevendrían algunos problemas de salud. La menopausia aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2, osteoporosis o hipertensión, pero también reduce la presencia de algunos tipos de cáncer, como el de ovarios o mama, relacionados directamente con las hormonas sexuales que disminuyen en la menopausia.
A pesar de que la esperanza de vida ha aumentado mucho tanto en hombres como en mujeres, la edad de llegada de la menopausia se ha mantenido constante, alrededor de los 50 años.
Las mujeres contamos antes de nacer con una reserva de óvulos, en el quinto mes de gestación es de alrededor de dos millones, y empieza a disminuir en el mismo momento del nacimiento, cuando se queda en medio millón. A partir de ese momento la pérdida es gradual y constante durante toda la vida hasta llegar a la menopausia.
Varias universidades, Exeter, Cambridge, Copenhague y la Autónoma de Barcelona, han realizado un estudio conjunto en el que han identificado unas 300 variantes génicas que influyen en la duración de la vida reproductiva de las mujeres.
Antes de la investigación realizada conjuntamente por estas universidades, solo se conocían 56 variaciones genéticas Ahora se han descubierto 290 más gracias al análisis de los datos de miles mujeres registradas en bancos de datos.
Se ha descubierto que los genes que intervienen en la duración de la vida fértil están relacionados con los procesos reparadores del ADN, y ya están activos antes del nacimiento y después, a lo largo de la vida de la mujer.
Los investigadores hicieron experimentos con algunos genes en ratones. Al grupo al que que se le eliminó el CHEK2 y se le activó el CHEK1 para que tuviera más actividad, tuvo un aumento de la vida reproductiva de un 25% respecto a otros ratones. La activación de este gen aumentaba la producción de óvulos, y además tardaban más en agotarse de forma natural, por lo que se entiende que este gen protege los óvulos. Al eliminar el gen CHEK2, las hembras nacían con los mismos óvulos, pero se agotaban antes, por lo que este gen puede influir en la muerte prematura de los óvulos.
Esta conclusión no es aplicable a los humanos, porque ni la fisiología de los ratones se parece a la humana, ni los ratones hembra tienen la menopausia. Sin embargo, la observación de estos genes en las mujeres llevó a la conclusión de que las que no tenían activo el gen CHEK2, llegaban a la menopausia unos tres años y medio más tarde que las que lo tenían activo.
Identificar estos genes permite saber cómo influyen en la aparición de la menopausia natural y en un futuro permitiría predecir qué mujeres tienen el riesgo de tener una menopausia precoz, aunque hay que tener en cuenta que la menopausia también está influida por factores como la obesidad o el tabaquismo, no solo es cuestión de genética.
Imagen: Evelyn Mostrom
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