La salud intestinal ayuda a una mejor menopausia

Cuando se habla sobre la menopausia casi siempre sale a colación lo distinta que es para las mujeres asiáticas: no parecen sufrir cambios en su talla, tienen un cutis perfecto… es como si no les pasara nada. ¿Ocurre algo diferente con ellas?

La menopausia de las asiáticas un asunto que ha llamado la atención de muchas personas, una de ellas fue la antropóloga Margaret Lock, que en 1980 realizó un estudio comparando las diferencias entre la menopausia de las mujeres estadounidenses y las japonesas. La conclusión, tras una serie de encuestas y entrevistas, fue que era completamente distinta.

Las mujeres japonesas aparentemente no tienen síntomas, es como si llegado un día dejaran de tener la regla y ya está. No parecía haber una transición hacia otra etapa, y desde luego nada que ver con los síntomas que las norteamericanas y demás mujeres padecen habitualmente, como por ejemplo, los sofocos. Solo un 12% de las japonesas aseguraban tenerlos frente al 85% de las norteamericanas.

En cambio, las japonesas hablaban de un síntoma poco habitual en otros lugares, como son los mareos o la sensación de rigidez en los hombros.

Las principales razones para estas diferencias serían por un lado la cuestión genética, por otra parte la dieta, y la también la diferente forma en que se asume la vejez en oriente. En Japón la dieta es rica en hidratos de carbono, contiene altas cantidades de fibra. Y este alto consumo influye a su vez en el riesgo de padecer depresión, que disminuye considerablemente. Hay que recordar la interacción entre intestino y cerebro, por lo que el buen estado de uno favorece al otro.

En el estudio participaron unas 6.000 mujeres de todas las edades, en las que se comprobó la relación entre consumo de fibra y la depresión en relación con la menopausia, utilizando la escala Patient Health Questionnaire-9, que dio como resultado una asociación inversa. El estudio solo se realizó en mujeres y de manera observacional, y por eso no se puede hablar de una relación causal, aunque todo apunta a que una buena salud intestinal tiene grandes beneficios físicos y mentales.

Además, diversas investigaciones han encontrado una fuerte relación entre la salud intestinal y el riesgo de padecer depresión, por lo que el cuidado de la dieta, de nuestro aparato intestinal y su microbiota pueden ayudar a reducir los riesgos. Este hecho es aún más importante en mujeres en la etapa premenopáusica.

Imagen: peter nguyen

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