Si hay algo que caracteriza a la menopausia es la aparición de los sofocos y sudores nocturnos. La gran mayoría de las mujeres en la etapa menopáusica los padecen, alrededor de un 80%, y si la menopausia es inducida por un tratamiento contra el cáncer esos bochornos pueden ser más intensos y durar más tiempo. Hay que tener en cuenta que estos trastornos suelen afectar también a la calidad del sueño, por lo que conviene tratarlos de la mejor forma posible.
La Terapia de Reemplazo Hormonal, TRH, es una de las opciones utilizadas para aliviar estos síntomas, pero como contiene estrógeno y progesterona, supone una dificultad por el riesgo que puede suponer para algunas mujeres, además del miedo que produce en otras, por tratarse de hormonas.
La solución podría estar en el fezolinetant, un medicamento oral que se ha testado en Estados Unidos, que no contiene hormonas y es capaz de tratar los bochornos menopáusicos. Los resultados del estudio sobre este fármaco se presentaron en 2022 en la reunión anual de la Sociedad de Endocrinología, «Fezolinetant para el tratamiento de los síntomas vasomotores moderados a graves vinculados a la menopausia: Resultados de un estudio de 52 semanas de duración [Skylight 2]».
El fezolinetant es un antagonista selectivo del receptor de neuroquininia-3. Cuando a este receptor se le une la neuroquinina B se desencadenan los bochornos. La función del fezolinetant es bloquear esta unión y de esta manera aliviar la frecuencia y gravedad de los bochornos.
En el estudio Skylight 2 han participado 484 mujeres de entre 40 y 65 años, que presentaban sofocos habituales a diario. El estado constaba de dos etapas, en una primera fase se asignó al azar a las mujeres a uno de los tres grupos de tratamiento en los que unas de las participantes tomaban 30 mg de fezolinetant, otras 45 mg y el resto placebo. A las doce semanas se suministró al azar a las que tomaban placebo una de las dos dosis del medicamento. Las que estaban en el grupo que ya lo tomaban siguieron con la misma dosis otras cuarenta semanas.
Esto significa que dos grupos tomaron desde el principio una determinada dosis durante 52 semanas, y un tercero no tomó más que placebo durante 12 semanas y durante otras cuarenta una de las dos dosis de fezolinetant.
La intención del estudio ha sido comprobar si tras las doce primeras semanas el fezolinetant aliviaba la frecuencia y gravedad de los bochornos y los sudores nocturnos en los grupos que lo tomaban, frente al grupo que tomaba placebo. Y así ha sido, ya que las que tomaron el medicamento presentaban menos síntomas y también dormían mejor que las tratadas con placebo.
En la segunda fase, en la que se administró medicamento a las mujeres que tomaban placebo, las pacientes notaron una reducción en la frecuencia y gravedad de los sofocos desde que empezaron a tomar la medicación, con resultados similares a las que empezaron desde el principio. También mejoró su sueño.
Los efectos secundarios no fueron graves, siendo el dolor de cabeza el más frecuente. De momento no se comercializa en Europa, pero promete ser una buena opción especialmente para mujeres que han padecido cáncer o trastornos de coagulación, o para las que simplemente desean probar una opción sin hormonas para aliviar los síntomas de la menopausia.
Foto de Tim Mossholder en Unsplash
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