Beneficios de no cenar: explora el ayuno intermitente

No cenar, o practicar el ayuno intermitente en el que se omite la cena, es una estrategia que ha ganado popularidad en los últimos años y puede tener algunos beneficios potenciales para la salud. Durante la menopausia, todo lo que ayude a no acumular grasa es interesante.

El ayuno intermitente consiste en dejar transcurrir un amplio número de horas entre algunas comidas, en las que no se come nada, sí se pueden tomar agua o infusiones. No hay más misterio. Obviamente, si no se come durante este tiempo es imposible engordar. Y por supuesto, en las horas en las que se ingieren alimentos, no hay que pasarse comiendo, para recuperar lo que no se ha comido. Las personas que practican el ayuno intermitente aseguran que es posible hacerlo sin muchas dificultades y cada una elige la manera en que quiere hacerlo, no desayunando o no cenando.

Se dice que el desayuno es la comida más importante del día, y es posible que sea más complicado saltárselo, por lo que nos decantamos por la opción de no cenar, que parece más llevadera.

Beneficios de no cenar

  • Mejora la digestión. Dejar descansar a nuestro sistema digestivo durante la noche puede ser el remedio ideal para personas con acidez o reflujo. La digestión se ha hecho totalmente antes de irse a dormir, si se ha comido por última vez a mediodía o media tarde, lo que permite irse a dormir de forma más ligera.
  • Regula la glucosa en sangre. El ayuno intermitente puede ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre en algunas personas, ya que mejora la sensibilidad a la insulina y se reducen los picos de glucosa tras las comidas.
  • Mayor sensibilidad a la insulina. Algunos estudios aseguran que con el ayuno intermitente se mejora la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a prevenir la diabetes tipo 2.
  • Ayuda a perder peso y grasa corporal, algo muy conveniente durante la menopausia.

Sin embargo, el ayuno intermitente debe ser controlado por un nutricionista, ya que debe adaptarse a las características de cada persona.

Como se ha dicho al principio, se trata de evitar comer durante unas cuantas horas seguidas, normalmente 12, no de pasar hambre y atiborrarse luego. La dieta debe ser igualmente equilibrada y saludable. Es posible que algunas personas sientan incluso irritabilidad o problemas para dormir si no han cenado. En ese caso no vale la pena hacer al ayuno, o al menos, no hacerlo así.

Antes de variar tu forma de alimentarte acude a un médico para que en base a tus características te aconseje qué y cómo puedes llevar a cabo el ayuno intermitente durante la menopausia.

Imagen: Chris en Unsplash

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